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La cotización del dólar en los mercados mundiales retomó su senda alcista durante el último mes, apoyada por las expectativas de un endurecimiento monetario más agresivo de la Fed y las crecientes divergencias nominales y reales que este factor sigue suscitando. Las presiones estructurales sobre el dólar continúan siendo claramente alcistas.  

Los precios de los commodities volvieron a caer en el último mes como consecuencia de un dólar fuerte y los crecientes temores de recesión. Lo anterior ha venido acompañado de una debilidad persistente en los flujos de entrada de inversión de portafolio hacia mercados emergentes, lo que castiga por doble banda a las monedas de economías productoras de materias primas. 

En este entorno, las monedas de mercados emergentes se siguen depreciando frente al dólar. Comparativamente frente a otras monedas de mercados emergentes de Europa y Asia, el terreno perdido por las monedas de LATAM frente al dólar ha sido inferior debido a los significativos incrementos en las tasas de interés de política monetaria en la región.  

Los términos de intercambio en Colombia permanecen en niveles históricamente elevados, gracias a unos altos precios internacionales del petróleo. El déficit comercial del país ha comenzado a corregirse gracias a lo anterior y el egreso neto corriente de dólares, derivado del exceso de gasto de la economía, se sigue financiado en su amplia mayoría con flujos privados de capitales extranjeros.​

Bajo este contexto, la cotización del dólar en el mercado local ha aumentado en septiembre hasta niveles promedio de 4420 pesos. A pesar de los buenos fundamentos de la economía colombiana, los factores externos siguen siendo los principales determinantes de la tasa de cambio.​